lunes, 22 de marzo de 2010

Ensayo Taller de Obras

Decidí entrar a esta carrera por el amor incondicional que le tomé a la fotografía, usándola de instancia e intención creativa desde que la conozco. Del fotografiar lo cotidiano, la supuesta realidad, me di cuenta que debía buscar una manera de producir la realidad que yo quería ver y plasmarla al papel. Mi trabajo siempre se ha enfocado en el ser humano, sus entornos y más que nada en sus defectos. Me gusta sacar lo oculto detrás de la moral y reglas impuestas por la sociedad. Recalcar los excesos y los deseos que una persona considera malo, pero que aún así lo sueña secretamente. Necesito hacer que la sociedad entienda que hay parámetros totalmente distintos a los que se conocen, que las reglas muchas veces estuvieron hechas para romperse. Viví por muchos años en un mundo en donde me impusieron de muy pequeña lo que estaba estrictamente prohibido y que no, dejando de lado un universo de posibilidades y formas de ver el mundo en el que me desarrollaba. Es ahí en donde conocí la decepción como mi primer motivo de trabajo, el cual pasó por una etapa de negación, luego el duelo y ahora en donde uso el sentir como herramienta para crear.

Desordenes alimenticios, fascinaciones con objetos, sexo, drogas, el ghetto, sueño de la fama y fortuna. Los vicios, el egoísmo, los celos, insatisfacción o extrema satisfacción con lo prohibido. Aun así me gusta enfocar mi visión en lo plástico, me gusta que parezca bello, nítido e iluminado, dándole un tono netamente comercial, publicitario. Todo esto con el motivo de acercar esta manera de ver el mundo a la masa. Me obsesiona saber cómo puede reaccionar una persona de vida rutinariamente cotidiana, si se decepcionará, si le interesará, etc. Mi idea es hacerlo explicito y fácil de entender para que el acercamiento del receptor a la obra sea más directo.

He empezado hace menos de un año a formalizar lo que pienso, informándome sobre lo que decepciona a un ser humano común, más que nada sobre las adicciones y fascinaciones por distintas cosas, ya sea sexo, drogas, comida, etc. Me he dado cuenta que es parte del ser humano el tener una obsesión, como el defender la causa animal, o una adicción, como al café o el chocolate, o simplemente fascinaciones con las flores, delfines, etc.; en fin ese deseo humano siempre está, lo que cambia son los parámetros. Se evalúan y se puede entender que hay ciertas cosas que tienen más contras que pros, y es ahí en donde la sociedad separa las circunstancias de lo bueno y de lo malo. En mi opinión, hay un desvío en el inconsciente masivo, ya que se estigmatizan muchas cosas que yo considero naturales.

Espero que con mi trabajo pueda acercar estas visiones a las personas, que entiendan que todos somos adictos, que nadie está libre de tirar la primera piedra. Y a través de de mis obras visuales puedan educarse sobre este otro mundo, comprenderlo y en algún futuro poder llegar a aceptarlo para tal vez modificar lo que la sociedad ve como bueno o malo. No pretendo que legalicen la marihuana o que la prostitución se vuelva de moda, tan solo creo que las adicciones cotidianas que todos tenemos, tienen parámetros razonables, por ende ¿por qué otro tipo de condiciones no podrían ser vistas de una manera relativamente parecida? Espero que de este instante a 10 años haberlo logrado.

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